y nevaba, y ella, que era canaria, en bikini
L.
Esta mañana, tumbada en la cama, decidí que ya había llegado la primavera.
No, no me dejé la calefacción puesta, ni me engañó el sol de invierno (que me suele pasar).
Las ventanas estaban cerradas, y yo me acurrucaba bajo el nórdico, sin ganas malditas de sacar los piecillos al frío y empezar el día. Sin embargo, era una decisión firme.
Me levanté, me tomé el café, me puse unos pantalones nuevos que me compré, de telita fina, con un estampado, anchos arriba y estrechos en la pantorrilla, de culocagao que les digo yo. Más monos. Unas medias debajo, eso sí, media pierna fuera no, que las brisillas de la primavera son traicioneras. Luego me puse una camiseta, un pulovito y una chaquetilla de entretiempo.
Y a la calle.
Madrid, 9 de la mañana. 2 grados.
12 comentarios:
Si es que el azul de piel con las gafas rojas debe quedar bonito (guapa). Oye, viste lo de que a los gansos les arrancan las plumas vivos porque así pueden desplumarlos hasta 5 veces en una vida de ganso y es mas rentable que matarlos para desplumarlos? Ikea dijo: ah, yo no sé, igual estamos llenando los edredones con esas plumitas maléficas, pero no es seguro...
Que en realidad, toda esa ropa de entretiempo podríamos tirarla a la basura, porque visto está, que después de seis meses de duro invierno, de aquí no se sale... (mierdaputa).
Pero claro, el invierno este canario, se parece mucho a la primavera madrileña, lo digo por si quieres repatriarte, sabes? Pero sin presión.
(pantalones culocagaaaao, nimediasninada, rebequita, flores, flores, primaveraaaaaaaa la la laaaaaaaaa)
jajajajajajaj
Y yo entiendo la risa como un sí, quiero, y me pongo contenta.
y de blanco y con flores
De negro, de novia cadáver, que usté que es tan blanquita, con esa piel, el blanco no sé yo... que si le hace ilusión, pues de blanco, eh? y flores, sí, muchas, en el pelo, en las orejas, en el canalillo, en el ligero, asomando por los zapatos, así todo muy primaveral.
En el ligero, sobre todo. Ligero él, ligera yo, De rojo, mejor, entonces.
japuta
A mí lo que me gusta es mirar los árboles cuando va a empezar la primavera que están con los brotes nuevos asomando, que hay que fijarse para verlos pero cuando los ves parece que se te tiran a la cara con un montón de fuerza. Como descubrir una erección en el funcionario gris que te atiende al otro lado del mostrador.
Ah, el optimismo, la convicción, la pulmonía...
Vaya con las brisillas de la primavera.
Aquí, en Pamplona, la primavera es una entelequia que se inventó la televisión. Eso sí, no nos engañamos nunca: sabemos que hará frío y nos vestimos para ello.
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